Los implantes dentales son raíces artificiales de titanio, una alternativa fiable para la reposición de dientes ausentes. Consiste en la colocación de los mismos en el interior del hueso maxilar o mandibular. Posteriormente se coloca una corona para reemplazar la pieza natural, pero con la misma funcionalidad y estética. El tratamiento de implantes dentales es la solución más correcta para la ausencia de dientes, siendo mucho más estética que las prótesis convencionales, debido a que ofrecen una apariencia mucho más natural.
La pérdida de un diente no es un problema estético, esto puede acarrear problemas de salud dental. La pérdida de un diente va seguido de la pérdida del hueso en el maxilar.
Una de las preocupaciones más comunes para este tipo de cirugía es el dolor que pueda causar el procedimiento de implantación. Después de cualquier intervención quirúrgica, se pueden sentir molestias post-operación, pero la mayoría de los pacientes opinan que las molestias son totalmente tolerables. En cualquiera de los casos, el doctor especialista recomendará un tratamiento posoperatorio para paliar cualquier tipo de molestia.
Para la colocación del implante dental es necesario realizar un estudio radiográfico en 3D para determinar la densidad, anchura y altura del hueso, para que posteriormente su colocación sea la más precisa.
En ocasiones, la implantación del diente puede llevarse a cabo en el mismo momento de la extracción. Se realizará un estudio en cada caso para decidir si se puede realizar en el mismo instante, teniendo en cuenta las causas que provocaron su extracción. Por ejemplo, en el caso de que la extracción de la pieza dental ha sido por infección, no se podrá llevar a cabo la implantación de diente protésico ese mismo día. En este caso, el tiempo de espera para realizar la colocación del diente, la impondrá el médico especialista.
