Acudimos a las carillas estéticas frente a problemas estéticos o bien patológicos en los dientes. Las caries, cambios en el color de la pieza dental, fracturas… son algunas de las causas por las que el paciente acude a este tipo de tratamiento.
Las carillas estéticas se fijan en la parte externa de los dientes mediante un cemento con el objetivo de mejorar considerablemente la imagen del diente.
La estética las utiliza porque permiten que nuestra dentadura muestre una imagen más atractiva. Conseguiremos la sonrisa que siempre deseamos.
Para poder aplicar este tratamiento estético debemos de partir de una dentadura sana. Esto implica que para su aplicación no debemos tener caries, fracturas o dolores en fase activa.
Como ventaja de este tratamiento es que no es considerada una operación quirúrgica, e incluso en la mayoría de los casos no será necesaria la aplicación de anestesia.
Existen diferentes tipos de carillas estéticas:
Estas últimas cuentan con la gran ventaja de su rápida aplicación. Otra de sus ventajas es que su aplicación supone una forma rápida y económica para corregir problemas estéticos leves.
Por otro lado, las carillas de porcelana son diseñadas en un laboratorio dental, lo que requerirá de varias visitas a la clínica. Como ventaja, la utilización de carillas de composite en nuestra dentadura hará que la estética será notablemente superior, ya que la porcelana permite dar una apariencia más natural y atractiva. El material utilizado como base será disilicato o zirconio.